viernes, 12 de diciembre de 2008

Mi confrontación con la docencia

Coincido en que la enseñanza es un proceso de interacción donde participan maestros, alumnos, conocimientos, ambiente para que se dé el aprendizaje, como muchos de los profesores que llegamos a este medio por casualidad o necesidad, aprendí por lo menos en mis inicios por ensayo y por error, también sentí esa presión o ansiedad al inicio de mis clase y hoy puedo decir que disfruto de ellas. Tal vez cuando descubres que te gusta lo que haces, que aceptas el lugar donde estás y a todos y cada uno de tus alumnos con su propia identidad, se habrá sorteado la primera dificultad como la llama José M. Esteve que es la identidad profesional.
Así mismo, cuando el profesor está convencido primero él de lo que dice o hace y le imprime toda la emoción, la energía a su clase, el alumno se contagiará, tendrá gusto por aprender y se habrá logrado ese ambiente grupal, donde la comunicación facilitará el aprendizaje.
Coincido además en que el razonamiento y el diálogo son importantes para lograr esa comunicación y que los alumnos necesitan sentirse en libertad para expresar sus dudas o comentarios, sin temor a represalias. Considero que sí he logrado esta comunicación y por lo tanto la disciplina no ha sido castrense.
Hay una frase que me llegó en particular y cito “Es importante la humildad para rebajar los conocimientos adquiridos en la carrera a la mentalidad de los alumnos”, cuantas veces no hemos pensado que los alumnos no nos merecen, o hemos conocido a profesores con mucho conocimiento y poco acercamiento con sus alumnos por eso coincido en que el objetivo según José Esteve es ser maestro de humanidad.
Al comenzar a leer La aventura de ser maestro tal parecía que Esteve describió el camino que tuve que recorrer a lo largo de estos años, sorteando las dificultades y preparándome para salir adelante día a día, hoy puedo decir que me siento feliz de mi docencia.

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